La crisis de los países europeos empieza a exigir medidas drásticas. Un ejemplo claro y contundente lo encontramos en Italia, su gobierno aprobó la reforma de su organización territorial como un medio para contener el déficit público; resumo el planteamiento en pocas líneas. Se trata de que los 1 970 municipios, con menos de 1 […]
Por Carlos Hakansson. 05 septiembre, 2011.La crisis de los países europeos empieza a exigir medidas drásticas. Un ejemplo claro y contundente lo encontramos en Italia, su gobierno aprobó la reforma de su organización territorial como un medio para contener el déficit público; resumo el planteamiento en pocas líneas. Se trata de que los 1 970 municipios, con menos de 1 000 vecinos, deberán fusionarse, desapareciendo las provincias con menos de 300 000 habitantes (que pueden ser alrededor de treinta). La medida ha sido exigida por la Unión Europea y es probable que el Banco Central Europeo haya pedido una medida similar al Gobierno español. Sin ánimo de fomentar la política ficción, si se aplicara en España la reforma italiana, las 42 provincias y los 4 860 municipios, de menos de 1 000 habitantes, podrían reducirse a la mitad mediante fusiones (véase, Diario el Mundo, 14 de agosto 2011, página 3).
Un tema preocupante que deberá resolver el gobierno español electo el próximo 20 de noviembre será la supresión de las diputaciones provinciales, unas instituciones que carecen de sentido desde la aparición de las comunidades autónomas (surgidas con la Constitución de 1978). Se trata de un planteamiento que, producto de la grave crisis económica, circunda el actual debate político español, pero ninguno de los principales partidos se pronuncia sobre un tema que, seguramente, sí está en la agenda de las instituciones de la Unión Europea.
La crisis que azota a Europa, especialmente a España, Grecia, Italia, Irlanda y Portugal ha dado lugar a un fortalecimiento de las instituciones europeas de integración, que ahora pueden exigir con mayor fuerza y potestad la necesidad de imponer duras medidas económicas; el Euro, definitivamente, se ha consolidado como un “candado” en lo económico. Se trata pues de la primera crisis que viene siendo resuelta con el concurso de todos los países miembros; por otra parte, en pleno siglo XXI; y desde el punto de vista constitucional, preocupa el surgimiento un nuevo soberano, mundialmente conocido con el nombre de “el mercado”, que señala en cada momento el camino a seguir por todas las comunidades políticas. Las prestigiosas agencias de calificación de riesgos controlan sus hilos y son capaces de “subir o bajar el dedo” a cualquier economía que no se muestre saludable en el tiempo, condicionando desde fuera las decisiones políticas de los gobiernos sin importar cual sea su tamaño, peso político e ideología.
Facultad de Derecho.
Universidad de Piura.
Artículo publicado en el diario Correo, martes 23 de agosto de 2011.